Reforma Política en las Comunas

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LA REELECCIÓN DE LOS INTENDENTES, EL HUEVO DE LA SERPIENTE

En coautoría con Andrés Braun

Los economistas hemos estado desorientados por décadas; la tan preciada solución a la inestabilidad macro estuvo siempre en los municipios. Nos referimos, por ejemplo, a la idea de promover la privatización de empresas estatales. Por otra parte, el municipio de un pueblo pequeño siempre nos pareció algo irrelevante o inofensivo comparado con el peso relativo de YPF o de Aerolíneas. Nunca logramos ver el tema con la perspectiva correcta; lo verdaderamente revelador es considerar a los municipios y comunas como un todo. Cuando miramos la suma de todos ellos, entonces sí queda al descubierto un verdadero monstruo, un gigante en términos de los recursos que se (mal) manejan.

Y más aún, es en los municipios donde la búsqueda de la reelección del intendente gatilla el primer acto perverso de la política mal entendida. Esto es, desactivar los contrapesos republicanos para poder financiar una carrera política con dinero ajeno, la búsqueda del poder por el poder mismo.

Nosotros, la gente le decimos al gobierno qué hacer

¡Este tema debe ser resuelto mediante un referéndum!

Estamos absolutamente disconformes con el desempeño de los representantes y su interminable seguidilla de arbitrariedades e incumplimientos. ¿Por qué “reelección sí/reelección no” lo pretenden definir los propios beneficiarios? Jorge Macri y otros tantos demostraron que la actual dirigencia no presenta fisuras al momento de proteger sus privilegios; el cambio hay que buscarlo con lupa.

¿Por qué todavía no se reglamentó el Artículo 39 de la Constitución del ’94 referido a iniciativa popular? ¿Por qué la consulta popular que establece el Artículo 40 no sería vinculante?

Elegir concejales barriales apartidarios y profesionalizar la gestión de comunas y municipios

Esto es lo que funciona de maravillas en EEUU, Suiza y Australia, entre otros casos de éxito. Esto cortaría de raíz el primer acceso de la mala política a los recursos públicos; así se desfinancia de manera temprana el semillero de políticos sin escrúpulos, deseosos de capturar las organizaciones estatales para sus propios fines -éstas, o bien se privatizan o bien adoptan los estándares de gerenciamiento del sector privado.

Infinidad de veces los economistas han explicado con detenimiento a los malos políticos que este proceder –inflar el gasto público, llenar las entidades oficiales con militancia, etc.- es la génesis de la mala performance económica y de la crisis eterna. Esto no escapa en absoluto a la comprensión de ellos; ellos desestiman la sugerencia de la profesión por ser contraria a su interés personal . Si el mal político tomara el consejo de los economistas, le tocaría a él financiar su carrera política de su propio bolsillo -así de simple, así de ingenuo.

Ninguna medida económica tiene la potencialidad de evitar que las personas incorrectas accedan y se enquisten en el poder. Entonces, para resolver el desorden macroeconómico, para que las mejoras puedan sostenerse en el tiempo, es necesario trabajar en una solución de naturaleza políticahomo sociologicus, decisiones colectivas.

Recomenzar desde cero, generar una nueva institucionalidad

En la reforma electoral para los municipios podría estar la raíz del ansiado despegue . Los concejales deberían ser elegidos en circunscripciones binominales de similar población, una mujer y un hombre por cada circunscripción, los cuales no necesariamente deberían tener filiación partidaria –un vecino de a pie. Se propone emplear el Voto Preferencial (ranking de candidatos) y procesar el escrutinio por el sistema de Voto Alternativo.

Por otra parte, la figura del City Manager, idea que ya demostró efectividad en muchos países, logra poner en línea el interés de la política con el interés de la ciudadanía. Este efecto ordenador hace del City Manager una pieza fundamental en la edificación de una nueva institucionalidad, punto de partida para una Argentina próspera.

Aquí se muestra el organigrama tipo de un municipio de Australia.

La decisión política está en manos de los propios vecinos y la función ejecutiva en mano de profesionales contratados. Este esquema de dos compartimientos estancos -decisión política por un lado y dinero por otro- dificulta en extremo el surgimiento de prácticas corruptas.

Todo intendente, todo gobernador, todo presidente, ya desde el primer minuto en funciones, se obsesiona con la reelección. Allí mismo, comienza a concebir el trabajo de su comuna, su provincia o de la nación para que funcione como una máquina electoral. Todos están pendientes de las mieles del poder y esto le cuesta muchísimo dinero al ciudadano. No están pensando en gobernar eficaz y eficientemente para servir a la comunidad, ni mucho menos. Solo están pensando en gobernar en función del aumento de su caudal político. Así, las elecciones se transforman en una sangría para la caja municipal, la provincial y la nacional.

Estos son los cambios que exigimos y no nos conformamos con menos; queremos los Concejales Barriales, el City Manager y los mecanismos de la Democracia Directa funcionando a pleno todo el tiempo. Los derechos son en origen propios de la gente, no de los representantes. Ya es tiempo de hacerlos valer, ya es hora de “Nosotros, la gente”.

“Nosotros, la gente”, por los mismos autores (El Emporio Ediciones). El libro incorpora el Manual Democracia Certera –reglas modernas para la toma de decisiones colectivas. Disponible en librerías y en NOSOTROS, LA GENTE - Comprar en El Emporio Libros

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