Análisis del Conflicto Rusia-Ucrania del 2022

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La Locura
A primera vista, la invasión de Rusia a Ucrania parece producto de un espasmo de esquizofrenia y demencia absoluta. Sin embargo, es imperativo aplacar las emociones personales y tener la fría disciplina de tratar de comprender con frío razonamiento las razones de fondo que llevaron a ésta situación, para evitar que vuelva a ocurrir. Es menester adentrarse en la mente de quienes toman éste tipo de decisiones, pues siempre estará latente la fría realidad de que, independientemente de la virtud humana de quién esté a la cabeza, habrá razones estructurales de fondo que puedan llevar a las mismas decisiones y acciones tanto al ángel por ser ángel como al diablo por ser diablo. Todo dirigente que ignore ésto y deposite su confianza en su propia virtud humana se autocondena a ser esclavo de las circunstancias.

Las Razones
Si bien a primera vista todo parece causado por un típico síndrome del dictador imperial, como bien ilustra éste artículo, visión acrecentada por sus actos y retórica prepotente, un segundo análisis arroja razones de fondo más profundas, y por ende, más peligrosas.

En primer lugar, es el más elemental deber de Putin el asegurar la consolidación de su país, en su unión, economía y gobierno. Es ésto último lo que es más probable que vea amenazado, y éste artículo enuncia un muy buen punto al respecto:

"A military assault is not Putin’s only fear. He calls the Ukraine Maidan movement a “coup d’état” undertaken ‘with direct assistance from foreign states’; there is no doubt he fears a similar movement against his own government. Bringing Ukraine to heel — demonstrating that a pro-Western protest movement in Russia’s historical heartland cannot succeed — is vital to protecting his own government.

“I think the bigger threat for him is a regime threat, not an actual military invasion,” Gunitsky explains. “He thinks the West wants to subvert his regime the way they did in Ukraine. That’s why NATO is only a part of threat.”

Éstas afirmaciones encuentran sustento en el decreto que Putin firmara en el 2020 estableciendo nuevos principios básicos para justificar el uso de armas nucleares, como aclara el siguiente extracto de éste artículo:
“(…) use nuclear weapons (…) when ballistic missiles were fired at Russia’s or allied territory, when an enemy used nuclear weapons, an attack on a Russian nuclear weapons site, or an attack threatening the existence of the Russian State.

Es el último punto el que debe preocuparnos, pues es el único de ocurrencia probable. Es evidente que la adhesión por parte de la UE de los estados que previamente estaban bajo la influencia de la Unión Soviética claramente debilitan y ponen en jaque al Estado ruso. Putin teme que Rusia sea la siguiente “víctima”, y Ucrania es el punto de inflexión.
Ante ésta situación, evidentemente, su razonamiento fue definir de una vez por todas el destino de Rusia: será el resurgimiento o la caída. No atacar hubiera implicado aceptar un lento proceso de inevitable colapso final. Y si había un momento para revertir esa tendencia, era éste. Por eso se la jugó al todo o nada.

Éste punto únicamente ya es definitorio, y si se le suman todos los demás aspectos de influencia geopolítica y económica, es entendible que Putin vea imprescindible proceder en la forma en que lo hizo. Y ésto lleva al siguiente punto: por qué procedió de una forma que, a primera vista, resulta bruta, impulsiva y descuidada? Un análisis cuidadoso de los últimos 10 años muestra que en efecto a procedido con sumo cuidado para llegar a éste punto, y que actuó en el momento que juzgó óptimo. Putin lleva años preparando todo con antelación para ésta invasión, incluso previendo las consecuentes sanciones posibles: independizó su sistema de geolocalización, su sistema de Internet, su sistema de transferencias bancarias, buscó que la UE dependa económicamente de Rusia al ser ésta su principal proveedora de combustible y materias primas, se aseguró que los tramos de provisión de combustible esquiven Ucrania, etc. Todo mesurado de acuerdo a las primeras respuestas que juzgaron posibles: las sanciones, pues mientras Ucrania no sea parte de la OTAN, no puede haber enfrentamiento directo con la misma (y en efecto, Putin tenía que atacar antes de que se llegue a ese punto, para evitar el efecto de debacle arriba citado). Se buscó permanentemente instaurar en Ucrania un gobierno pro-ruso, se buscó generar división interna entre pro-rusos y pro-UE. Es decir, se derivaron esfuerzos considerables y permanentes, a lo largo de años, lo que se contradice categóricamente con la idea de un movimiento impulsivo e impaciente. Es éste el punto en que nos deben preocupar las razones de fondo.

Otros contextos que jugaron a favor de la visión de Putin, así como de la opinión pública de Rusia, es el contexto histórico y actual del conflicto:

  • Putin sostiene que el territorio ucraniano genuinamente pertenece a Rusia. Es cierto es comparten mucha historia, y la fuerte presencia rusa en la época imperial así como de la unión soviética ciertamente dejaron una impronta de identidad en parte de la población lo cual en efecto a llevado a un nivel de división interna entre pro-rusos y pro-UE, lo cual también, si bien no de forma categórica (e incluso contando con una buena cuota de aleccionamiento), ciertamente favoreció las incursiones rusas en Crimea y el Donbas. En efecto, Putin esperaba repetir el éxito de las tácticas empleadas en esos casos, pues juzgaba el contexto igualmente favorable.

  • Ucrania está en una posición estratégica tanto para el transporte de recursos hacia Europa (materias primas y energía) como en términos militares, pues permite equilibrar un poco más la balanza entre Rusia y la OTAN al permitirle a Rusia colocar puestos de avanzada directamente cerca del corazón de la UE. Esto permite contrarrestar militarmente la misma acción que ha hecho la OTAN al rodear a Rusia de bases militares y puestos de lanzamientos de misiles, algo que Rusia ha denunciado históricamente.

Los Errores
Es decir, estuvo muy bien planeado. Por lo tanto, qué falló? Por lo que se puede desprender de su propio discurso, y de la reacción de Ucrania y del resto del mundo, falló lo siguiente:

  • Putin pensó que luego de las últimas crisis institucionales en Ucrania, en especial debido a la corrupción y fraudes electorales a nivel del gobierno, éste iba a sucumbir inmediatamente ante un ataque, abandonando a la población a su suerte. La moral y cualquier sistema de autoridad sobre el ejército y la población se hubieran quebrado y entre la confusión y las divisiones internas, hubieran sucumbido de inmediato frente a la velocidad, violencia y determinación del ataque.
    En éste sentido, fueron fundamentales tanto la determinación del presidente ucraniano de quedarse y pelear, como la jugada estadonidense.

  • Estados Unidos hizo una jugada vital al revelar información confidencial: la confirmación de que Rusia estaba preparando una invasión. Ésto dio tiempo al pueblo Ucraniano a repensar sus divisiones y limar asperezas para reforzar lo que Putin pensaba que no existía: un firme sentimiento de unidad nacional, que tiene una inmutable trayectoria históricamente reconocida y registrada, figurando como ejemplo en tratados tan importantes como los escritos de Voltaire.

  • En efecto, Putin, pensó que el pueblo de Ucrania estaba más dividido y que podía llegar a contar con apoyo de parte de la población y de parte del ejército Ucraniano. Se encontró con una nación principalmente Unida, lo cual afectó la eficiencia del ataque, lo que llevó al siguiente punto.

  • Putin pensó que contaba con más apoyo de parte de sus aliados y de su propio pueblo. Sin embargo, se han producido marchas dentro de Rusia en su contra, y aliados históricos como Kazakstán han rechazado brindar apoyo a las tropas Rusas.

  • Respecto a los dos últimos puntos, Putin pensó que las tendencias de opinión pública se iban a mantener y jugar a su favor. En efecto, atacó en un punto en que el nivel de aceptación local del presidente ucraniano estaba en su mínimo, y el propio en rusia en un nivel elevado. Contrario a su estimación, luego del ataque ambas tendencias rápidamente se revirtieron a máximos y mínimos históricos, respectivamente.

  • Putin pensó que iba a poder capturar Ucrania en cuestión de horas. Pensó que el pueblo ucraniano iba a ser más débil, y entre esa debilidad y las divisiones internas, iba a sucumbir inmedatamente. En su lugar, fue repelido por una resistencia civil y militar férrea y unificada, al punto del auto-sacrificio, lo que dió tiempo a que la opinión pública del mundo se uniese en su contra, así como dio tiempo a que la OTAN y la UE se organicen para responder de forma unificada. Incluso países inicialmente reticentes terminaron cediendo y alineándose en contra de Rusia, fundamentalmente Alemania e Italia.

  • Putin pensó que la OTAN estaba más débil y dividida. Sin embargo, la demora en la invasión no sólo dio tiempo a que se alineen.

Si se hubiesen cumplido estas condiciones, se hubiera podido repetir el éxito de la anexión de Crimea.

En vista de todo ésto, fue crítico el no haber logrado capturar Ucrania en los primeros días de la invasión. Si lo hubieran logrado, el mundo hubiera entrado en shock, la opinión pública estaría dividida, y la OTAN se debilitaría en disputas internas sobre quién tuvo la culpa de dejar que eso ocurriese. En efecto, tal como revela ésta publicación, contaban con poder capturar Ucrania rápidamente.

Es en éste punto donde China hubiese hecho su entrada, aprovechando el caos geopolítico, para intentar capturar Taiwan. Necesariamente estaban esperando la reacción que iba a producir primero la invasión Rusa. China es más dependiente de la opinión pública debido a su megaproyecto de alianzas económicas a nivel mundial, la “Ruta de la Seda”. Es por tanto quién más puede salir desfavorecido de una seguidilla de sanciones y ruptura de contratos comerciales. El contexto para una invasión de Taiwan es ahora más desfavorable que nunca. China no puede alinearse a las intenciones iniciales, de hecho, lo más probable es que algún punto se de vuelta y se ponga en contra de Putin, pues de lo contrario va a perderlo todo.

La velocidad era clave. Putin buscaba que ésto fuese limpio e indoloro. El resultado hubiera sido muy distinto, hubiera quedado como un genio y una persona fuerte, y la OTAN como una manga de brutos incompetentes. La OTAN ahora es el brillante garante del futuro de la civilización, y Rusia una masa de brutos simios terroristas medievales. Rusia pasó de ser un contendiente del liderazgo del desarrollo del mundo a declararle la guerra a toda la humanidad, amenazando con el fin de su existencia. Es la tan brutal disparidad de las consecuencias lo que lleva a pensar que el tipo decidió tirar la moneda y apostar su destino. Porque todo ésto fue literalmente eso, tirar una moneda. Cara o cruz.

Ahora, una vez iniciado el conflicto, incluso en estas circunstancias, un líder no puede detenerse a pesar de no haber logrado su objetivo inicial, de lo contrario, enviaría una fuerte señal de debilidad, hacia los propios y hacia el mundo, poniéndose a sí mismo en una situación vulnerable y por ende susceptible de ser derrocado (desde afuera y desde adentro), que es el punto más elemental que se quería evitar, como se mencionó al principio. Es importante destacar que todos estos razonamientos son válidos tanto sea la intención de Putin el proteger a Rusia o a su propia posición de poder, pues a la vista de un déspota, son la misma cosa, y más aún, deben ser la misma cosa.
Ésto es muy importante puesto que indica claramente que de no lograr sus objetivos en Ucrania, Putin interpretará la derrota en sí como una amenaza directa a Rusia y por ende procederá a una retaliación nuclear, lo que ha advertido repetidamente desde que se inició el conflicto. Ergo, si no se puede quedar con Ucrania, la borrará del mapa.

Habiendo perdido la posición de poder que buscaba inicialmente, para evitar quedarse sólo con la derrota y habiendo perdido fuertes aliados económicos, la única recompensa posible que queda es la pura conquista territorial, razón por la cual Putin no va a ceder hasta lograr capturar los territorios deseados. Será todo el sur y este de Ucrania, si logra negociar la quita de algunas sanciones, y será toda Ucrania, si no lo logra.
En ésta misma línea, si la OTAN decide tomar una actitud más ofensiva y evitar dicho avance, el riesgo de un ataque nuclear es inminente, puesto que Putin aún puede atacar dicho territorio, así como otras naciones del este aún no incorporadas ni a la OTAN ni a la UE, debido precisamente a que ninguna de éstas dos puede reaccionar debido a que no se habrá atacado a una nación aliada, además de que responder implicaría escalar el conflicto a una guerra nuclear total. Esa es una herramienta de negociación muy poderosa para Putin, por lo que lo más probable es que logre negociar la quita de algunas sanciones y quedarse con el sur y el este de Ucrania.
Si ésto último no ocurre, el mundo debe estar preparado para defenderse de un inminente ataque nuclear, pues si Rusia sucumbe, Putin ya ha advertido que “No habrá un mundo sin Rusia”:

“(…) if someone decides to annihilate Russia, we have the legal right to respond. Yes, it will be a catastrophe for humanity and for the world. But I’m a citizen of Russia and its head of state. Why do we need a world without Russia in it?”

Precisamente en busca de protección ante una totalmente factible represalia nuclear así como una explícitamente pre-anunciada intención de anexión, es que varias naciones del este están buscando unirse bien a la OTAN, bien a la UE. En lo que respecta a una represalia nuclear, Putin ya ha advertido que reaccionará de ésta forma ante lo que él convenientemente interprete como una intromisión en sus planes en Ucrania, dejándose vía libre para un ataque, nuclear o terrestre, cuyo doble propósito será el de tratar de intimidar (con el fin de mejorar su posición ante las negociaciones) así como tener la excusa para proceder a las demás anexiones que ya anunció.

Las conclusiones:
En términos netamente militares, la moneda está en el aire. Rusia no va a lograr conquistar Ucrania, luego va a proceder a querer borrarla del mapa. La OTAN no se puede permitir ésto, por lo que va a responder, posiblemente, anulando el ataque. Es su gran oportunidad de quedar como garante de la vida y la paz, depositando la imagen antagónica en Rusia. Es una jugada que le daría una posición de liderazgo mundial incontestable. La gran pregunta es: qué tan bien preparada está la OTAN para reaccionar ante un evento de éste tipo? Ambas partes han caído sistemáticamente en el error de sobre-estimar la propia capacidad. Estas son respuestas que probablemente ni ellos mismos conocen, y que se definirán llegado el momento cúlmine. Cara o cruz.

Amén de que se ha vuelto fundamental el fortalecimiento de la OTAN (en su unión política, en su fuerza militar, y en su capacidad e independencia económica para poder llevar adelante sanciones más severas), también se ha vuelto fundamental la participación de la gente. Es la gente la que debe entender qué está pasando, de qué lado estar y por qué. Es la gente la que debe tomar en sus propias manos las sanciones contra Rusia en su accionar. Éste boicot orgánico, auto-motivado y descentralizado, contrario a las sanciones centralizadas desde las cabezas de gobierno, le impide a Rusia reconocer un enemigo específico y por ende da por tierra con las doctrinas de retaliación. La libertad en manos de la gente siempre será tanto el objetivo como el medio en sí.

En todo caso, Putin se acaba de asegurar su entrada a los libros de historia como la más grande desgracia que le pudo haber ocurrido al mundo civilizado en la época moderna, incluyendo especialmente a su propio país, que deberá pagar las severas consecuencias por décadas.

Nuevamente, y como se dijo al principio, es interesante notar cómo desde afuera es tan obvio cuan ridículo y demencial es todo ésto, pero al ponerse en los zapatos de los dirigentes, de repente tiene todo el sentido del mundo. Absolutamente nadie es inmune a ésto, por lo que es siempre vital analizar cómo se condicionan las visiones según el papel que juega cada uno.

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Muy interesante y profundo el análisis, en la entrevista con DW Pariah Putin: Isolated and angry? | To the point - YouTube Christoph von Marschall habla específicamente de que Putin vive rodeado de cobardes que solo saben darle la razón y esto lo mantiene en una realidad paralela que puede diferir de lo que realmente ocurre en el mundo. Este análisis es una posibilidad plausible y muy probablemente acertada de que es lo que está viendo para tomar semejantes decisiones.

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Gracias por tu devolución Pedro!! :slight_smile:
Y gracias por sumar esa fuente al argumento! Es importante ser lo más fríos posibles en éste juicio, pues siempre está latente de la fría realidad de que, independientemente de la virtud humana de quién esté a la cabeza, haya razones estructurales de fondo que puedan llevar a las mismas decisiones y acciones tanto al ángel por ser ángel como al diablo por ser diablo.